Vetusta Morla · Un día en el mundo
Anónimo 13.11.08
Después de quedarme prendado de ellos en el concierto del Greenspace y prometer una crítica de su disco, ya iba siendo hora de cumplir palabras.

Han sido muy criticados, para mal, en muchos sitios, por hacer música muy convencional, por estar en un punto intermedio entre el indie y el mainstream, por tener unas letras ridículas, por la voz chirriante del cantante, por calcar a Radiohead, etc.

Chica, pues a mi me gustan y cada día me gustan más.

Aunque claro, será cuestión de gustos, porque en los mismos sitios donde han puesto a caer de un burro a estos chicos de Tres Cantos, suelen hacer lo mismo con Iván Ferreiro, Deluxe, Lori meyers, Sidonie, Love of lesbian, The sunday drivers, etc., y chica, a mi todos esos también me gustan.

Que sí, que calcan a Radiohead, no hay más que escuchar el principio de Autocrítica para que te vengan a la cabeza las percusiones de There there, o el riff de guitarra de Un día en el mundo para acordarte de My iron lung. Pero, ¿acaso importa si el resultado es bueno? A mi no, desde luego. Ni que fueran los primeros que emulan a Radiohead, ya pasaron por ahí Travis, Coldplay, Turin Brakes, Doves o Budapest, y los llenaron de elogios en su día.

Que sí, que tienen temas muy convencionales como La marea, pero ¿acaso un disco ha de ser una amalgama de temas experimentales e innovadores para ser respetable? Qué más dará cuando luego da gusto escuchar en concierto al público coreando aquello de "la marea me dejó la piel cuarteada, la miel en los labios, las piernas enterradas...", con esa percusión tan chill y que musicalmente le va perfecta a lo que evoca la letra.

¿Letras malas? ¿Letras sonrojantes? Debe ser que vivo en un mundo paralelo, o que no entiendo de poesía, a saber... letras malas son las del desliz de Deluxe con aquel "me importa un pepino", y vale, Copenhague no termina de convencerme, a pesar de un buen estribillo. Pero letras como las de Sálvese quien pueda o Valiente reúnen todos los elementos para ser himnos, aparte de que musicalmente son tan directas que a la segunda escucha te sorprendes tarareándolas, y al día siguiente te despiertas con ellas en la cabeza. Y lo mismo podría decir de Pequeño desastre animal, o de la psicodelia de La cuadratura del círculo, que por momentos me recuerda, como ejemplo relativamente cercano, a la grandísima El gallo ventrilocuo de Lori Meyers, y que en directo es absolutamente inmensa.

Se pasan de ñoños con Año nuevo, cierto. Rey sol es flojita, de acuerdo. Y Saharabbey road es absurda, aunque en concierto les queda que ni pintada para ganarse al público con los "loo lo-lo-lo loo-loo-loo lo-lo-lo loo-loo-loo" y los "la-la-la la-la-la la-la-la la-la-la la".

Todo para cerrar con la preciosa y melancólica Al respirar.

No es el disco perfecto y ante tal pasión desatada en el público, a uno le da por ser cauto hasta ver por donde salen en próximos trabajos, pero es innegable que han sacado un disco altamente disfrutable, con un directo más disfrutable si cabe.

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