Estrenamos Tumblr
Gonzalo Fernández 7.10.10
Hace ya tiempo que me viene rondando en la cabeza pasar Superdémodé de Blogger a Tumblr, pero al final he decidido abrir un Tumblr y mantener el blog al mismo tiempo. Tumblr es más cómodo y rápido a la hora de publicar y en él caben tanto entradas con bastante texto, como simples recomendaciones o ideas, fotos, vídeos, etc. Y, para qué negarlo, con el tiempo me he ido cansando de tener que escribir un texto lo suficientemente amplio y trabajado como para que quedase medianamente bien en el blog. Puede que de vez en cuando me apetezca escribir largo y tendido sobre algún tema, pero al fin y al cabo, recomendar una peli o un disco, enlazar un vídeo o publicar una foto sobre algún invento curioso o algún diseño divertido, es algo directo e intuitivo, que se ha de hacer al momento y sin enrollarse demasiado, porque si no al final no se hace nunca.

¿Que por qué no cierro el blog? Primero porque no hay ninguna herramienta que funcione lo bastante bien como para migrar todas las entradas a Tumblr; segundo, porque no lo he hablado con Eric y sé que no es muy partidario de Tumblr; y tercero, porque como bien marca nuestro manifiesto, soy un incoherente y puede que me cague en mis propias palabras algún día y vuelva a Blogger despotricando de Tumblr.

Pues eso, que ya tenemos Tumblr.
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Hard Candy · David Slade
Eric 21.9.10
Supe de esta película buscando cosas sobre Madonna hace bastante tiempo... Luego ya me la recomendaron y leí por ahí que era una peli de miedo genial. Bueno, veámosla a ver qué tal. Así de primeras puedo decirte que no sale Madonna y que más que miedo yo diría... desasosiego.

Por recordar, me recuerda bastante a Haneke: te genera una sensación bastante incómoda. Claro, que en este caso, todas esas sensaciones desagradables tienen un por qué más específico. Y es que el director sabe muy bien como hacerlo para que dudes de quien es el malo y te identifiques con quien no toca.

Luego ya, a nivel visual, debo señalar que realmente está muy bien hecha. La imagen está muy estudiada tanto a nivel color como composición. Y muy buen trabajo de jugar con los enfoques, por cierto.

Interesante es muy interesante. Otra cosa es que, aun no teniendo nada que ver con el gore, te deja el cuerpo bastante revuelto.
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Two Door Cinema Club · Tourist history
Gonzalo Fernández 18.9.10
Two door cinema club podría haber sido otra banda punk-funk más, de esas que me cansan tanto y que a las dos escuchas las dejo para no hacerles caso nunca más. De hecho, al escuchar su single I can talk mi reacción fue exactamente esa, pero por suerte en Tourist history juegan con otras bazas.

La primera es que la voz del cantante es relativamente similar a la de Ben Gibbard. La segunda, consecuencia de la primera, es que, inconsciente o intencionadamente, se han aproximado al campo de la indietrónica en Do you want it all? y Eat that up, it's good for you, sonando un poco a The postal service. Y la tercera es que han sabido darle al punk-funk un poco de frescura, en Cigarrettes in the theaterUndercover MartynSomething good can work o You are not stubborn, recordando por momentos a grupos como Phoenix o Vampire Weekend.


Con todo esto, el disco termina resultando fresco, accesible e interesante. Habrá que tenerles en cuenta para ver por dónde tiran en el futuro.

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Phillip Morris, ¡te quiero! · Glenn Ficarra y John Requa
Gonzalo Fernández 17.9.10
Que a estas alturas de la vida una película encuentre tantas trabas para estrenarse por su temática gay es sorprendente, aunque hay que reconocer que en el fondo tanta polémica le ha venido muy bien para publicitarse. Y el caso es que viendo el trailer español, del tema gay no sale absolutamente nada y se ha enfocado todo como una comedia más de Jim Carrey, de las del peor Jim Carrey.

Basada en hechos reales, nos cuentan la vida y miserias de Steven Russell, un timador nato que acaba en la cárcel y allí conoce a Philip Morris (Ewan McGregor), del cual se enamora perdidamente y con el que inicia una bonita y descabellada historia de amor.

Al final, lo único que tira de esta película es ver como quedan de pareja Jim Carrey e Ewan McGregor y el resultado no es tan desolador como pudiera parecer a priori. Jim Carrey no se pasa de histriónico y le da el toque justo que requiere el personaje, Ewan McGregor está adorable haciendo de gay apocado y con una pluma contenida y la historia con sus ires, venires y giros te mantiene atento durante todo el metraje. Pero tampoco voy a engañarme, que la sensación final fuera mejor que las expectativas no hace que la película sea algo para recordar. Se deja ver, sí, pero nada más.
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Klaus & Kinski · Tierra, trágalos
Gonzalo Fernández 16.9.10
Ni maldición del segundo disco ni nada de nada. El segundo disco de Klaus & Kinski es perfecto.

Se quitan los complejos (si es que los tenían) de encima y entregan de nuevo un disco largo de 15 temas donde junto a su guitarreo noise característico (Ya estaba así cuando llegué, Ley y moral) meten de todo: un pasodoble (El rey del mambo y la reina de Saba), una bossanova (Deja el odio para después de comer) y teclados a cascoporro (Brilla como una estrella, Forma sentido y realidad, Eres un sinvergüenza, Luego vendrán los madremías). Hasta se atreven con el funky (Sobria y serena) y no faltan sus temas más folk (Mamá no quiero ir al trabajo, Carne de Bakunin) y sus temas lentos y etéreos que dejan para el final (Los niños muertos y la decadencia política, El fin del mundo, Desidio y el bonus track Dar cera pulir cera).

Han convertido el eclecticismo en su sello de identidad y lo sorprendente es que de nuevo, ante tanta amalgama de estilos, el disco resulta absolutamente coherente y compacto, incluso más que su primer trabajo. En la variedad está el gusto, dicen.

Mención aparte merecen las letras, donde vuelven a hacer gala de su mala leche característica y su buen hacer para ser cafres sin caer en el ridículo. Podría nombrar alguna, pero es que todas tienen algo. Me encanta este grupo, al completo, música, letras y ellos en sí, su actitud, su torpeza, su timidez, la voz de Marina, lo bien que toca Alejandro y lo muchísimo que han mejorado su directo. ¿Disco del año? Seguramente.

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Scissor Sisters · Night work
Gonzalo Fernández 15.9.10
Uno de los discos que más he escuchado este verano ha sido la tercera entrega de los Scissor Sisters. Y eso que al principio el single, Fire with fire, me dejó bastante frío, aunque con las escuchas ha ido creciendo (un grower lo llaman), y el resto de canciones del disco son realmente buenas.

Está claro que ya no tienen el encanto del primer disco, pero por suerte han dejado de lado esa faceta cabaretera que sacaron en su segundo álbum. En Night work vuelven a lo que mejor saben hacer, pop, glam y música bailable, sin concesiones para baladas y sabiendo renovarse para sorprender, pero sin alejarse demasiado de ellos mismos.

La verdad es que el disco me ha sorprendido bastante. Tiene temas como Night work, Whole new way o Any which way que podrían caber en sus anteriores trabajos y pincha en otros temas como Skin tightSex and violence y Night life que son más convencionales. Pero por otro lado, jamás hubiera imaginado un single como Fire with fire. Tampoco hubiera pensado que Jake se pondría a jugar con sus registros vocales para entregar las voces graves de Harder you get, un tema sucio y guitarrero que junto al glam-rock de Running out me parece de los mejores temas del disco. Something like this podría ser perfectamente un tema de Fischerspooner y Skin this cat uno de Goldfrapp. Y para terminar, jamás hubiera pensado que harían un tema tan trance como Invisible light, con un subidón con discurso incluído que recuerda a partes iguales al Thriller de Michael Jackson y al Insomnia de Faithless.

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Arcade Fire · The suburbs
Gonzalo Fernández 9.9.10
La verdad es que he tenido que dedicarle unas cuantas escuchas a este disco para poder diseccionarlo y disfrutarlo. Los canadienses no pecan de modestos precisamente y han entregado un disco de 16 cortes (15 + 1 reprise) que en las primeras escuchas se hace largo y denso.

Musicalmente es mucho más reposado y menos barroco que los dos anteriores, estructural y líricamente es uno de esos discos conceptuales de los que se hacen pocos hoy en día. Dividido en dos actos de 8 canciones, abriendo con The Suburbs y cerrando simétricamente con un reprise del mismo tema, cada acto acaba con una pareja de temas enlazados por título y letra, ambas parejas con un tema tranquilo y otro tema más movido y electrónico. En resumen, que la estructura del disco y el orden de las canciones están bastante premeditados.

El disco podría ser perfectamente la banda sonora de una película que hablara de los barrios residenciales de las afueras de las ciudades, temática que se repite a lo largo del álbum, incluso con versos de algunas canciones sobre los que se construyen otras.

Hasta aquí todo suena muy bien, pero lo cierto es que al final un disco son sus canciones, y este disco tiene un gran bache del sexto al décimo corte. Ni la sprintingniana City with no children, ni el tema doble Half light I y Half light II (No celebration), con una clara influencia de U2, ni la garagera Month of may me convencen demasiado, precisamente porque las influencias son demasiado obvias y los temas quedan bastante anodinos.

Por suerte, los primeros 5 temas son perfectos. The suburbs y Ready to start se complementan a la perfección para abrir el disco, Modern man tiene un ritmo roto bastante atrayente, y en Rococo y Empty room se dejan llevar por su lado más barroco y orquestal, siendo los temas con los que más se acercan al sonido de sus anteriores trabajos.

Ya en el segundo acto, Suburbian war, que surge de un verso de The Suburbs, es uno de sus crescendos épicos que se mantiene a pesar de estar rodeada de los peores temas del disco, y pasada Month of may, llega un trío de temas realmente especial; la calmada Wasted hours, con una letra simplemente preciosa (wasted hours before we knew where to go and what to do, wasted hours that you made new and turned into a life that we could live); la peculiar Deep Blue, sobre el ordenador que ganó al ajedrez a Kaspárov; y We used to wait, tremenda sin más.

Después ya sólo queda la gloriosa pareja de Sprawl (Flatland) y Sprawl II (Mountains beyond mountains), dos puntos de vista sobre un mismo tema y en el que tras una primera parte deprimente y desoladora, viene una verdadera explosión electropop, algo así como un Arcade Fire meets Kids de MGMT. Y el cierre con el reprise decadente y melancólico de The Suburbs (continued) sentenciando que "if I could have it back, all the time that we wasted, I'd only waste it again, if I could have it back, you know i'd love to waste it again, wasted again and again, and again...", que te invita a poner el disco de nuevo desde el principio y seguir perdiendo horas y horas escuchándolo.

Al final, el disco acaba siendo más accesible de lo que parece en un principio y he de reconocer que los temas que me parecen más flojos tampoco son tan horrorosos como para aburrirme, es más, supongo que a muchos les encantarán. Por desgracia para mí no llega a ser un disco redondo, aunque sí muy interesante.
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Superdémodé #1009 · Vuelta al cole
Gonzalo Fernández 1.9.10


Superdémodé #1009

¿Qué tal las vacaciones? ¿Bien? Por aquí han venido de maravilla. Muchos festivales de música, muchos conciertos, muchos días en la playa con el iPod, muchas películas de Woody Allen en el ciclo que le ha dedicado la Filmoteca d'estiu de Valencia, y en general, mucho relax para recargar las pilas y retomar el blog después de un junio estresante y un julio y agosto viviendo el día a día.

A partir de hoy esto vuelve a la normalidad. Ya se sabe, septiembre es el mes de retomar proyectos y quitarse la pereza de encima, que después de una larga temporada de tirar la toalla, aquí y en la arena, es momento de poner en orden las ideas que han ido surgiendo este verano y darles forma.

¿La temática para este número? Ninguna, de ahí el interrogante. Discos, pelis, diseño... vamos, lo de siempre.
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Lori Meyers · Cuando el destino nos alcance
Gonzalo Fernández 7.6.10
Desde que empezó a sonar el sencillo Mi realidad del nuevo disco de Lori Meyers, me temí lo peor. Ya en Cronolánea empezaron a bajar el listón, y aunque en su día no me disgustó, con el tiempo ha ido cayendo en el olvido.

Para este nuevo disco han decidido cambiar un poco de sonido y se han decantado por incorporar teclados y sintetizadores en algunos temas, acercándose a The Killers. El resultado es un horror que sólo se salva en ¿Aha han vuelto?, porque Mi realidad es descafeinada a más no poder y Religión y Nuevos tiempos dan vergüenza directamente.

Del resto de temas que no tiran hacia ese nuevo sonido, pocas se salvan. Corazón elocuente, Rumba en atmósfera cero y Explícame (ésta cantada por Alejandro), como mucho, aunque no son más que pop español muy manido, buenas como relleno, pero no como temas de los que deba depender un disco.

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Primavera Sound 2010 · Sábado. De noche todos los osos son pardos
Gonzalo Fernández 2.6.10
El sábado de nuevo se alargó la llegada, aunque en la franja de las 17:00 ni Bigott, ni Lidia Damunt (por mucho que tocase con Hidrogenesse), ni Dinero, ni Wicked Wanda, ni Ornamento y Delito me apasionaban tanto como para madrugar. La peli de Animal Collective igual estuvo curiosa, aunque ni su música me atrae, ni el horario acompañaba. Y me perdí a Tórtel, recomendadísimos por una amiga, aunque seguro que vuelven tarde o temprano por Valencia.

En la franja de las 18:00 tocaban The Psychic Paramount en el ATP, que por lo poco que he escuchado en su MySpace, son demasiado ruidosos para mi; los miniconciertos en el Salón MySpace 43 de Kana Kapila y Le Pianc tampoco me llamaban mucho; Trigger, en el Adidas, hacen un electro-rock a lo Cycle que está un poco pasado de rosca; no he escuchado apenas nada de Endless Boggie; y Real Estate hubiera sido una buena alternativa a esas horas con su pop psicodélico, que parece mentira que uno de los componentes sea de Titus Andronicus, pero la opción final fue Clare and the Reasons.

Clare and the Reasons | Escenario Rockdelux (18:00)
De vuelta por el Auditori, sin colas y eligiendo sitio, Clare and the Reasons, con trío de vientos y una desenvoltura total encima del escenario, dieron un recital de folk muy disfrutable y tranquilo, ideal para los que tras dos días de festival empezábamos a sufrir ciertas secuelas. Al final, Van Dyke Parks salió para tocar el piano en el último tema, y les quedó la cosa más que redonda.

Klaus & Kinski | Salón MySpace 43 (19:00)
Sabía que iba a escucharse fatal y que iban a tocar cuatro canciones como mucho, porque el tiempo por concierto en el Salón MySpace 43 no da para más, pero tenía ganas de verles. Dicen que Van Dyke Parks estuvo inmenso en el Auditori, pero yo necesitaba empezar a animarme, porque si no la noche se iba a hacer muy cuesta arriba.
Sonaron Mamá, no quiero ir al colegio, Carne de Bakunin, Brilla como una estrella y, el que fue el momentazo del concierto y quizás de todo el festival, Lady de Modjo.

Guateque Elefant | Salón MySpace 43 (19:30)
Había que hacer tiempo hasta Florence + the Machine y a esas horas, habiendo visto a Atlas Sound en el Greenspace y con el resto de conciertos a medias, me quedé a ver qué hacían Bla, que me parecieron totales y muy divertidos, y Linda Guilala, que me parecieron unos sosos. A Papá Topo ya no me quedé, que no quería llegar tarde a Florence.

Florence + the Machine | Escenario San Miguel (20:50)
Mucho ruido y pocas nueces. El disco me gusta sin apasionarme, pero en directo Florence descontrola por completo la voz, gritando y ahogándose a partes iguales, y por mucha presencia que tenga en el escenario, desclaza y vestida con su túnica blanca, y por mucho que se vuelva loca sobre las tablas, no me convenció. Por momentos me recordaron a Evanescence, y eso no es bueno. Aunque por momentos me recordó a Björk, que no sé si es bueno o malo a estas alturas de la carrera de la islandesa. En fin, un chasco.

Grizzly Bear | Escenario Ray-ban (21:55)
Esta era la hora maldita, porque tocaban a la vez The Drums, The Antlers y el homenaje a Camarón en el Auditori, aunque yo ya había decidido días antes que iría a ver a los osos pardos haciendo un ejercicio de lógica aplastante: lo de Camarón igual terminaba pasando por Valencia algún día, The Drums es un grupo más festivalero y puede que acudan a otros festivales el año que viene si triunfan este verano con su debut, y a The Antlers nunca he terminado de cogerles el punto.
Dicen que la anterior visita al Primavera Sound de Grizzly Bear fue un desastre. Cualquiera lo diría, porque sonaron perfectos, de hecho, para mi han sido los que mejor han sonado del festival, muy limpios y nítidos teniendo en cuenta la complejidad instrumental y de arreglos que tiene el folk psicodélico y jazzístico que hacen. Se atrevieron con infinidad de instrumentos, incluso modularon voces, y sonaron absolutamente profesionales. La gente enloqueció con Two weeks, que soltaron casi al principio, quizás para no caer en lo obvio, quizás para poder demostrar que tienen otras grandísimas canciones además de su sencillo más accesible, repasaron algunos temas de sus anteriores discos y dejaron claro por qué Veckaminest está en las listas de lo mejor del año pasado de muchos medios. Una delicia.

Pet Shop Boys | Escenario San Miguel (01:30)
Podía haber aprovechado mejor la franja de las 23:00, pero terminé en The Charlatans, cuando nunca he sido fan y cuando Built to Spill, Matt & Kim o Niño y Pistola hubieran sido alternativas que hubiese disfrutado mucho más. Sinceramente, fue por la pereza de tener que bajar hasta cualquiera de los tres escenarios de la zona de baños, porque el césped del escenario San Miguel era muy tentador, y porque la compañía no conocía a ninguna de las alternativas y no tiró del carro.
Tras The Chalatans, que escuché sin pena ni gloria, pasé de todo lo demás, porque me apetecía ver a los Pet Shop Boys en primera fila, y viendo la marabunta de gente que invadió el escenario San Miguel el viernes con Pixies, no quería correr riesgos.
Qué decir de Pet Shop Boys que no se haya dicho ya. Escenografía, vestuario y coreografías cuidadas, kitsch y minimal a partes iguales, en el concierto más grande de todo el festival. Uno de esos conciertos hechos de principio a fin para disfrutar y bailar sin calentarse la cabeza y con el que Chris Lowe y Neil Tennant demostraron que son los reyes y las reinas del pop (ni Madonna, ni Michael Jackson, ni nadie) con una colección de hits rotundos con los que podrían hacer el setlist en el orden que les diera la gana, que funcionaría igual. Inmenso.

Orbital | Escenario Ray-ban (03:00)
Después de darlo todo durante hora y media larga con los Pet Shop Boys, lo de Orbital lo viví más allá que acá. Samplearon el Heaven is a place on Earth de Belinda Carliste, que nos quedamos todas muertas, y no sé si fue por mi agotamiento absoluto, pero me dio la sensación de que, con lo poco que vi en el SOS 4.8, en Murcia metieron mucha más tralla. Aunque al menos me quité la espinita de ver a estas leyendas del techno.
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