Two door cinema club podría haber sido otra banda punk-funk más, de esas que me cansan tanto y que a las dos escuchas las dejo para no hacerles caso nunca más. De hecho, al escuchar su single I can talk mi reacción fue exactamente esa, pero por suerte en Tourist history juegan con otras bazas.
La primera es que la voz del cantante es relativamente similar a la de Ben Gibbard. La segunda, consecuencia de la primera, es que, inconsciente o intencionadamente, se han aproximado al campo de la indietrónica en Do you want it all? y Eat that up, it's good for you, sonando un poco a The postal service. Y la tercera es que han sabido darle al punk-funk un poco de frescura, en Cigarrettes in the theater, Undercover Martyn, Something good can work o You are not stubborn, recordando por momentos a grupos como Phoenix o Vampire Weekend.
Con todo esto, el disco termina resultando fresco, accesible e interesante. Habrá que tenerles en cuenta para ver por dónde tiran en el futuro.
escúchalo en spotify
Publicar un comentario:
Borraremos cualquier comentario que se pase de la raya, así que si has venido a tocarnos las narices o a llenar esto de spam, no te va a servir de mucho.