Arcade Fire · The suburbs
Gonzalo Fernández 9.9.10
La verdad es que he tenido que dedicarle unas cuantas escuchas a este disco para poder diseccionarlo y disfrutarlo. Los canadienses no pecan de modestos precisamente y han entregado un disco de 16 cortes (15 + 1 reprise) que en las primeras escuchas se hace largo y denso.

Musicalmente es mucho más reposado y menos barroco que los dos anteriores, estructural y líricamente es uno de esos discos conceptuales de los que se hacen pocos hoy en día. Dividido en dos actos de 8 canciones, abriendo con The Suburbs y cerrando simétricamente con un reprise del mismo tema, cada acto acaba con una pareja de temas enlazados por título y letra, ambas parejas con un tema tranquilo y otro tema más movido y electrónico. En resumen, que la estructura del disco y el orden de las canciones están bastante premeditados.

El disco podría ser perfectamente la banda sonora de una película que hablara de los barrios residenciales de las afueras de las ciudades, temática que se repite a lo largo del álbum, incluso con versos de algunas canciones sobre los que se construyen otras.

Hasta aquí todo suena muy bien, pero lo cierto es que al final un disco son sus canciones, y este disco tiene un gran bache del sexto al décimo corte. Ni la sprintingniana City with no children, ni el tema doble Half light I y Half light II (No celebration), con una clara influencia de U2, ni la garagera Month of may me convencen demasiado, precisamente porque las influencias son demasiado obvias y los temas quedan bastante anodinos.

Por suerte, los primeros 5 temas son perfectos. The suburbs y Ready to start se complementan a la perfección para abrir el disco, Modern man tiene un ritmo roto bastante atrayente, y en Rococo y Empty room se dejan llevar por su lado más barroco y orquestal, siendo los temas con los que más se acercan al sonido de sus anteriores trabajos.

Ya en el segundo acto, Suburbian war, que surge de un verso de The Suburbs, es uno de sus crescendos épicos que se mantiene a pesar de estar rodeada de los peores temas del disco, y pasada Month of may, llega un trío de temas realmente especial; la calmada Wasted hours, con una letra simplemente preciosa (wasted hours before we knew where to go and what to do, wasted hours that you made new and turned into a life that we could live); la peculiar Deep Blue, sobre el ordenador que ganó al ajedrez a Kaspárov; y We used to wait, tremenda sin más.

Después ya sólo queda la gloriosa pareja de Sprawl (Flatland) y Sprawl II (Mountains beyond mountains), dos puntos de vista sobre un mismo tema y en el que tras una primera parte deprimente y desoladora, viene una verdadera explosión electropop, algo así como un Arcade Fire meets Kids de MGMT. Y el cierre con el reprise decadente y melancólico de The Suburbs (continued) sentenciando que "if I could have it back, all the time that we wasted, I'd only waste it again, if I could have it back, you know i'd love to waste it again, wasted again and again, and again...", que te invita a poner el disco de nuevo desde el principio y seguir perdiendo horas y horas escuchándolo.

Al final, el disco acaba siendo más accesible de lo que parece en un principio y he de reconocer que los temas que me parecen más flojos tampoco son tan horrorosos como para aburrirme, es más, supongo que a muchos les encantarán. Por desgracia para mí no llega a ser un disco redondo, aunque sí muy interesante.

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