
Junto con Mujeres y Átame, creo que Pedro pasó por su etapa más inspirada, con tres películas seguidas de una calidad impresionante. Si Victoria Abril estuvo maravillosa en Átame, en Tacones Lejanos se sale de la pantalla, y con una correcta Marisa Paredes interpretándose un poco a sí misma con ese aire de diva trasnochada, conforman un tandem que lleva todo el peso de la película. Sólo con la escena de ellas dos en el tribunal, sobran las palabras.
Por desgracia, a Pedro le dio el puntazo de contar con Miguel Bosé, que si bien en sus dos actuaciones de transformista está perfecto, en el resto de la película no hace más que poner en evidencia sus carencias interpretativas. Vamos, que una cosa es interpretar una canción encima de un escenario, y otra muy distinta desarrollar un personaje completo, con gestos, miradas y diálogos.
La historia, uno de esos dramas policiacos con asesinato que tanto le gustan a Pedro, sea quizás la más seria y dramática del director. Poca cabida hay para el humor, exceptuando la escena del baile en la carcel con Bibiana y las dos actuaciones de Letal, el resto es realmente desolador, impregnado de la tristeza y la desdicha de ambas protagonistas, envueltas en una tormentosa relación maternofilial.
Para verla un día con ganas. Imprescindible.
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