
Siempre me he preguntado qué pretendía el genio que inventó las preescuchas de 30 segundos. ¿De verdad pensaba que 30 segundos son suficientes para apreciar un tema? El caso es que parece haberse convertido en la ley, ya ni siquiera en los puestos de preescucha de las tiendas normales te dejan escuchar los temas completos, han inventado unas máquinas estupendas por las que pasando cualquier código de barras de cualquier disco, te da la oportunidad de escucharlo, pero solo 30 segundos por tema (quien dice 30 dice 60).
Escuchar 30 segundos y no escuchar nada, viene a ser lo mismo. Da para un trozo del estribillo y poco más, pero ¿Qué pasa si luego el tema dura ocho minutos y es un coñazo? ¿Qué pasa si el trozo que ponen no te dice nada, pero luego el tema se va cogiendo poco a poco y tiene un crescendo increíble? Por no servir, a veces no sirve ni para reconocer un tema, que no todos somos participantes del "¿Qué apostamos?" que nos dediquemos a reconocer temas por fragmentos 0,25 segundos.
Obviando deliberadamente cualquier tipo de método "ilegal" que te permita descargar el disco entero para poder escucharlo, las opciones que entran dentro de la legalidad pura y dura sin matices son bastante tristes. Y yo me pregunto ¿de qué tienen miedo las discográficas? ¿de qué ha tenido miedo siempre? Porque desde que aparecieron en el mercado musical, siempre han actuado de un modo totalmente proteccionista con la música. Sólo puedes escuchar los singles que ellos elijan, en las radios que ellos elijan, de los artistas que ellos elijan, y... ¿qué pasa con todas las demás canciones o artistas que nunca serán radiadas? ¿Hemos de tragar con un disco comprándolo "a ciegas"? ¿Acaso tienen miedo de que nos demos cuenta de que en muchos discos, quitando los 3 singles, el resto es una basura podrida que no merece la pena comprar? ¿Tienen miedo de que descubramos el timo?
El caso es que desde que esto de Internet empezó a tener auge hace ya una década, las discográficas, en lugar de aprovechar la aportunidad de promoción infinita y gratuita que supone este medio, se han dedicado a pasar de él. Al final fueron otros los que establecieron los canales de distribución y promoción, a través de las redes p2p y otros medios, otros a los que el beneficio para las discográficas les importaba bien poco. Que se hubieran espabilado antes, ¿no?
Al principio pasaron, y ahora lloran, se quejan, dicen que la piratería mata a la música, etc. Mientras tanto, hay más grupos nuevos que nunca y las promotoras de festivales llenan todo lo que organizan gracias a la piratería, o ¿cómo se piensan las discográficas que de repente miles de personas conozcan a tantas bandas indies? No será por las campañas de promoción que organizan, desde luego.
Pero bueno, que sigan con su dictadura de los 30 segundos, que los demás seguiremos con nuestra democracia.
Publicar un comentario:
Borraremos cualquier comentario que se pase de la raya, así que si has venido a tocarnos las narices o a llenar esto de spam, no te va a servir de mucho.