El Jueves pudo haber sido un día maravilloso, pero no lo fue, y esta película no colaboró mucho a mejorarlo.

Dirigida y co-escrita por Lionel Baier, "Garçon Stupide" nos cuenta la historia de Loïc, un joven que pasa los días trabajando en una fábrica de chocolate, y las noches de polvo en polvo, algunos de chapero y otros por amor al arte, comiendo poco y matando el hambre a base de pastillas. Aparte de su amiga Marie, dos personas llegarán a su vida que harán cambiar ciertas cosas, el desconocido chico del McDonals (al que no le veremos la cara hasta el final de la película) y Rui, un jugador sobrevalorado del equipo regional de futbol. Loïc no tiene muchas luces, no sabe lo que es el impresionismo, ni quien es Hitler, y la meta en su vida es ser fotógrafo, porque le gusta mucho hacer fotos, con su móvil... de ahí lo de "Garçon stupide"

La película tarda en arrancar, si es que alguna vez lo hace, y nos regala una serie de escenas de sexo explícito que no vienen muy al cuento. Por otro lado, tras el punto de inflexión que se produce en la historia después el choque frontal que tienen Loïc y Marie una noche, la película empieza a cargarse de una lírica, simbolismo, etc., pretendiendo alcanzar una trascedencia que no es tal, y se queda a medias, dejando una sensación de "ni fu ni fa" bastante decepcionante.

Vamos, que no.


"Mientras tanto, miro la vida pasar, y no sabes cuanto cuesta aceptar que no volverás" (Fangoria)