Director de cine francés y actriz musa inglesa que se separan 30 años ha y que por cosas del destino han de volver a encontrarse 30 años después. Ese es el punto de partida para una retahila de sarcasmos, una trama previsible, aunque tampoco se esfuerza mucho en sorprender, situaciones surrealistas, y un tándem de actores consagrados: Jean Rochefort y Charlotte Rampling, histriónico él y siempre correcta ella, que no hacen que esta comedia se salve.

Sin duda se puede afirmar que "Desacuerdo perfecto" es una película mala de verdad, que ha pretendido llamar la atención de cierto público por sus actores principales, pero que tiene un guión desastroso y unos diálogos que pretenden hacer gracia, pero que se quedan en un intento ridículo y sin sustancia. Con un final feliz, que más que feliz es vergonzoso.

En fin, menos mal que las entradas fueron regaladas, aunque las podríamos haber aprovechado para ver otra película.


" When your mind's made up, there's no point trying to change it" (Glen Hansard)