Quizás hablar de ellos a estas alturas no tenga mucho sentido, pero me han acompañado todo el verano y son tan absolutamente geniales que... ¿por qué no?
Mezcla una percusión básica y contundente, cuatro notas de guitarra, un par de arreglos de teclado por aquí y unos cuantos "ah, ah, ah" y "oh, oh, oh"... ¿qué tienes? Un hitazo absoluto. No sé si Katie White y Jules De Martino (ambos monísimos-del-potorro y con una estética súper-moderna-de-mierda) compusieron Great DJ premeditando tanto los ingredientes, el caso es que les salió que ni pintado. Y la cosa podría haberse quedado ahí, pero cuando los otros dos singles del disco han resultado ser la rotunda That's not my name (mi preferida desde el primer momento que la escuché) y la genial Shut up and let me go, no queda más que arrodillarse ante ellos y admitir que saben hacer canciones con las que bailar, saltar y divertirse sin más. Comparados con las brasileñas (y brasileño) CSS y con los neoyorquinos LCD Soundsystem, la verdad es que en principio se acercan más a las primeras, pero sin ser tan rematadamente cansinas (no puedo con las CSS), porque la electrónica de LCD les queda un poco más lejos.
El caso es que el disco entra a la primera, y no sólo por los tres singles, sino porque de repente salen con temas como Fruit machine, Keep your head o Be the one, geniales, enérgicos y positivos, o la delicada y naif Traffic light, entrañable como ella sola. Y enfilan el final del disco poniéndose sucios, funkies y hasta psicodélicos con los últimos tres temas: We walk, con un principio con piano que te hace pensar que va a ser un baladón, hasta que entra la percusión y el bajo; Impacilla Carpisung, donde quizás si que recuerden más a LCD Soundsystem o incluso a !!! (Chk Chk Chk); y We started nothing, con un sucio y constante riff de guitarra, la instrumentación entrando poco a poco (percusión, bajo, vientos...) y Katie cantando irritantemente en falsete.
Letras absurdas, hits facilones y alguna que otra ida de olla. La crítica no les ha puesto muy bien y es que tienen todas las papeletas para ser un one hit wonder, pero a ver quien es el guapo que saca un disco tan divertido, con tan pocas pretensiones, y se queda tan ancho.
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Comentarios (3)
Anónimo
dijo...
Anda que no hay gente que intenta hacer colar lo de las "pocas pretensiones", cuando en el fondo esas pocas pretensiones no son más que un convincente disfraz para una voraz ambición!!!
No sé si ellos son muy ambiciosos, o poco pretenciosos, pero lo cierto es que ya te comenté que algunas canciones del disco me parecen buenísimas, la bomba, mientras que muchas otras no les llegan ni a las suelas de los zapatos... Salvaría los 3 singles más un par de temas, y el resto, pues correcto, pero sin ofrecer nada más...
Me recuerdan mucho a Blondie, que también eran erráticos y con descompensaciones en sus álbums... Veremos si consiguen una trayectoria reconocida, como éstos, o se vuelven un three-hits-wonder...
No sé si ellos son muy ambiciosos, o poco pretenciosos, pero lo cierto es que ya te comenté que algunas canciones del disco me parecen buenísimas, la bomba, mientras que muchas otras no les llegan ni a las suelas de los zapatos... Salvaría los 3 singles más un par de temas, y el resto, pues correcto, pero sin ofrecer nada más...
Me recuerdan mucho a Blondie, que también eran erráticos y con descompensaciones en sus álbums... Veremos si consiguen una trayectoria reconocida, como éstos, o se vuelven un three-hits-wonder...
Anónimo
dijo...
Hombre, lo de la trayectoria reconocida, lo dudo mucho. Hoy en día ir más allá del segundo disco es anecdótico, y más allá del tercero utópico, y más con ese sonido tan MDM (Moderna De Mierda).
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