De todas las películas que he visto hasta el momento de esta serie, la que más me ha gustado sin duda. Un poco en la línea de Barbarella (cuya crítica ya llegará, todo es paciencia), cuenta con unos decorados y una estética interesantes y ciertos efectos especiales que resultan bastante efectivos (otros no, pero le suman encanto igualmente).

Argumento: en un futuro lejano, la humanidad ha conquistado el espacio exterior y se desplaza alegremente por él. Una nave deberá acudir al planeta Altair IV para recoger información sobre una expedición que llegó allí hace casi 20 años y de la que apenas se sabe nada. En él la tripulación encontrará la extraña familia que forman el superviviente Morbius (Walter Pidgeon), su hija Altaira (Anne Francis) y el simpático y servicial robot Robby (que más tarde aparecería en Dimensión Desconocida o Perdidos en el Espacio; sí, es un robot con filmografía)… pero algo amenaza la vida en el planeta…

Como colaboraciones interesantes destacaría la de Disney para crear las animaciones del monstruo (y se nota, que ya decía yo que qué currao estaba eso) y la del actor que interpreta al chico de la peli… estás sentado? Pues el chico en este caso es… (redoble de tambores)… Leslie Nielsen, solo que en joven, moreno e incluso guapo por fotogramas (a mí es que me dejó to’loco).

La impresión general es que tiene un gran derroche de imaginación argumentalmente hablando (más si pensamos que se supone que está inspirada en La Tempestad de Shakespeare), que los decorados y estilismos tanto de las localizaciones como del vestuario de Anne Francis o del robot resultan totales y que se pasa bastante rápido. Al fin y al cabo es todo un referente. Me parece muy entretenida y muy recomendable.