Lo tenían difícil para superar su primer disco, y no lo lograron. El principal error fue el que cometen muchos grupos con su segundo disco, de repente han triunfado con su disco debut y cuentan con más posibilidades para tener una mejor producción en el segundo. Y les queda un disco mucho mejor producido, sí, pero sin la frescura y la inmediatez del primero.
Por otro lado, las letras de este disco no desprenden esa atmófera irónica y soez del anterior, y se centran mayoritariamente en el amor, que puede dar mucho juego y más con la capacidad de Jake y Babydaddy para escribir versos ingeniosos, pero que al final termina resultando cansino. Se echa de menos el carácter tan urbano que tenían en general las letras del primer disco, como las de Take your mama, Lovers in the backseat, Tits on the radio o Filthy/Gorgeous.
Aún así, el disco sigue haciendo gala de un sonido disco, glamrock, incluso funky; y no faltan grandes temas, desde el single I don't feel like dancing (con Elton John al piano), She's my man (que lo mismo podría valer como himno transexual o como oda a las mariliendres), la increiblemente setentera Lights, el necesario baladón eltonjohniano de Land of a thousand words, la glamurosa Kiss you off, la mariconada discofunk de Ooh, la genialidad del sueño con Paul McCartney, la sensualidad ochentera de la buenísima The other side, y el cierre glamrock de Everybody wants the same thing.
Pero por desgracia se les ocurrió ponerse cabareteros y circenses y parieron cosas como I can't decide o Intermission, que dan un poco de vergüenza ajena y que, si por lo menos tuvieran una letra divertida y absurda, harían su papel y no quedarían absolutamente fuera de lugar. Por no hablar de la anodina Might tell you tonight, que la salvaría de la quema de no ser porque en la edición especial del disco incluyeron un segundo CD con cinco descartes (y un remix de I can't feel like dancing), algunos de los cuales aportan bastante más.
De hecho, Almost Sorry podría haber funcionado perfectamente como canción de cierre o sustituyendo a cualquiera de las dos carabaretadas, Transistor es un temazo rock sucio que fue incluido como bonus track en la edición británica, y Contact High no se queda atrás teniendo en cuenta que la versión incluida es una demo. Sólo Hair Baby y Making Ladies son temas menores o demasiado festivos y petardos, y quizás hubieran terminado saturando el disco. Del remix, sólo destacar que es obra de Paper Faces, es decir, Stuart Price, culpable, entre otras muchas cosas, del Confessions on the dance floor de Madonna, además de ser el director musical del Re-Invention Tour y el Confessions Tour. Casi nada. Algún día hablaré de su disco Darkdancer, del cual estuve enganchado bastante tiempo.
En fin, volviendo a los Scissor Sisters, sin ser superior al disco debut, Ta-Dah es un buen disco y un decente sucesor. A ver qué hacen en el tercero.
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Comentarios (3)
Anónimo
dijo...
Pues a pesar de que me gustó "I don´t feel like dancing", no sé por qué me desentendí del grupo y del disco... Quizás fuera que ya no había factor sorpresa...
Unknown
dijo...
Pues esta noche tenemos a sammy jo pinchando en el Low a ver que tal.
Anónimo
dijo...
Ostia es verdad! Ay qué mal hoy que no iba a salir yo.
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