1984 · George Orwell
Anónimo 2.4.09
Una distopía es una utopía perversa donde la realidad transcurre en términos opuestos a los de una sociedad ideal, es decir, en una sociedad opresiva, totalitaria o indeseable.
Aún me quedan muchas novelas que leer y películas que ver sobre el concepto de distopía. Y mira que el concepto en sí da poca cabida a la esperanza, pero ni La naranja mecánica, ni Bladerunner, ni Un mundo feliz, me dejaron en su día la sensación de mal rollo que me ha dejado 1984. No se trata de un fallido método para eliminar instintos violentos, ni un final feliz e incierto de una historia de amor con una replicante, ni hay lugares secretos donde te lleven si te sales de la norma. No. En 1984 el final es global, crudo e insoportable sin más, no hay compasión, ni esperanza, ni nada.

Y lo más aterrador de todo es saber que la sociedad que plantea Orwell en 1984 partió de un simple sistema de control a través de las famosas telepantallas que proyectaban la imagen del Gran Hermano y vigilaban absolutamente todo. La sociedad del Gran Hermano sigue siendo hoy en día algo lejano e impensable, aunque luego uno no puede más que asustarse ante la facilidad de la gente para dar sus datos en cualquier red social o someterse a rigurosos controles en sus viajes en pro de la seguridad de todos. Acciones sobre las que aún mantenemos cierto control, pero que pueden ser sólo el inicio para futuros métodos de control mucho más sutiles, imperceptibles, incontrolables y muy tentadores.

Paranoias aparte, el libro es una delicia de leer, va cogiendo ritmo poco a poco en las dos primeras partes, y las descripciones son las precisas para meterte en situación dentro de la decadencia y las condiciones en las que se mueve el protagonista. Sabe dar la justa dosis de monólogos, diálogos, ficción y ensayo. Y en la última y tercera parte, te atrapa y, a pesar de lo que estás siendo testigo, quieres saber más y más hasta el final.

A estas alturas de la vida, sobra decir que es una obra imprescindible.

Comentarios (5)

Ros dijo...
pues tienes que ver la peli... es genial... y richard burton se sale de guapo...

ahora a por brazil venga...
Sero dijo...
es un libro que te ayuda a entender nuestro tiempo.
rajoy lo mencionó en un pleno hablando de metalengua, un concepto del cual no tiene ni zorra idea. si lo leemos tendremos un arma para defendernos
hasta luego, javié!! dijo...
Pues sí, absolutamente imprescindible, y que se puede extrapolar a la sociedad en la que vivimos, que no está tan alejada de la ficticia como podría parecer... Creo que la gente no es nada consciente de lo controlados que llegamos a estar, sin saberlo, y que incluso contribuímos alegremente a sobreexponernos más si cabe...

En fin, el señor Orwell nos dio una obra maestra para disfrutar en el plano de la lectura, y también para estimular nuestro pensamiento y nuestra conciencia ideológica... Nada desdeñable, por supuesto.
Anónimo dijo...
Este libro es una obra maestra, yo sin embargo, te recomiendo que no veas la adaptación cinematográfica, pués como siempre pasa, te desilusionará.

En cuanto a que estamos muy lejos de El Gran Hermano que todo lo ve y controla, pués si, estamos muy lejos, pero quizás no tanto como nosotros pensamos.

Saludos desde el sur.
Anónimo dijo...
La adaptación también la vi y... no sé, deja en el aire muchas cosas que sin haberte leído el libro es complicado comprenderlas. Aparte de que el doblaje es bastante chungo.

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