Trata sobre el típico chico de gimnasio (guapísimo, musculadísimo, depiladísimo y un poco demasiado floripowerísimo) que conoce a su nuevo vecino mormón (mu mono también pero que su religión no le permite ni ver la tele, así que ya imaginarás qué pasaría si se hiciera maricón...). Pues eso, que, siendo polos opuestos, se atraen y se aman en secreto (y sin secretos más tarde, claro)...
El caso es que el supuesto chulazo, qué quieres que te diga? yo le rapaba, le dejaba de depilar durante un año y le quemaba todos los shorts (que yo no sé qué manía los americanos con esos pantaloncitos, de verdad) y entonces me lo pensaba, porque vamos... El otro muy mono, la verdad que sí. Carita de niño bueno y bien de cuerpo (que no podrán ver la tele pero se ve que ponerse cachas está permitido).
Hombre, que sí, que no es fatal como para tirarse de los pelos pero tampoco creo que me suponga demasiado. Está bien. Unos ritmos un poco lentos en ciertas conversaciones y quizá un poco rápidos en cuanto a la gayevolución del mormón (que para no haberse tocado nunca parece que mucha vergüenza no tiene para luego...).
Pero, no sé, yo creo que podrían habérsele sacado más jugos a ciertas cosas... que es verdad que tampoco se cae (completamente) en la estética Queer as Folk-Babylon de flashes, zooms y demás, que tiene una historia y un contenido, pero no sé... a mí me falta un poco de yoquéséquequéséyo...
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