La historia de una infidelidad ha sido contada mil veces, pero por alguna extraña razón esta película tiene algo especial que la hace interesante. Y no, no es poder admirar a Sergi López enseñando pelambrera en más de una y dos escenas, que también, sino lo medianamente original del planteamiento y el tratamiento tan cuidadoso y realista de los personajes.

La película empieza con una escena en la que una mujer, Suzanne (Kristin Scott Thomas), se levanta de la cama un tanto alterada y nerviosa, y desde un plano general de la casa escuchamos el ruido de un disparo. A partir de ahí se nos cuenta la historia a modo de flashback, en la que una acomodada Suzanne decide reemprender su carrera profesional y su marido, Samuel (Yvan Attal), le monta una consulta en casa, obra de la que se encarga Iván (Sergi López), un inmigrante catalán expresidiario que siempre ha vivido al día. La atracción entre Suzanne e Iván es inmediata y Suzanne decide dejarlo todo e irse con Iván. Pero su marido no es capaz de soportar la situación e intenta por todos los medios destruir la nueva relación de su esposa.

La película se sostiene sobre todo por el gran trabajo del trío de actores y por el tratamiento de los personajes, que huye en cierto modo de maniqueísmos y humaniza a los personajes, sacando lo mejor y lo peor de ellos mismos. Porque sí, muestra a Suzanne como una mujer luchadora e independiente, pero también vemos su faceta caprichosa y errante de mujer acomodada y mantenida; muestra a Samuel como el hombre machista y posesivo que no es capaz de asimilar que su mujer quiera irse con un obrero expresidiario, pero también vemos su fragilidad ante la actitud tan decidida e incluso insultante de su esposa y lo difícil de asimilar la humillación que supone una infidelidad; y muestra a Iván como un hombre con sentimientos lejos del cliché del amante puramente sexual, que sufre las consecuencias de todo lo que le rodea y es capaz de arriesgarse totalmente por Suzanne. Tres personajes complejos en medio de una trama con acciones y decisiones complejas, que le dan una gran credibilidad a la historia, porque las relaciones, el amor y la infidelidad no son cosas simples, precisamente.