Los productores nunca comprendieron el guión, ni una sola palabra. Y claro, yo no tenía ni voz ni voto. Sólo con alzar la voz me harían callar o me echarían. Así pues, no me gustó la experiencia y no me gustó la película.

Esto fue lo que declaró Woody Allen en su día sobre su primera película como guionista y actor, aunque lo cierto es que la película tiene tan indiscutiblemente el sello "Allen" que nadie creería que Woody no pudo tomarse total libertad con su guión.

La película empieza cuando Michael James (Peter O'Toole) acude a la consulta del famoso psicoanalista Dr. Fritz Fassbender (Peter Sellers), porque tiene un serio problema: le gustan mucho las mujeres y su actual novia, Carol (Romy Schneider), le ha pedido que se casen, pero Michael tiene miedo a comprometerse con ella.

A partir de ahí, la película es una hilarante comedia de enredo, llena de gags perfectamente hilados que van de lo sarcástico a lo surrealista, con las primeras muestras de los geniales diálogos de Allen, con persecuciones, malentendidos, esposas, maridos, amantes, amor, celos, suegros... y un sinfín de peculiares personajes e inverosímiles situaciones, muy del estilo de Chaplin, los hermanos Marx, o de coetáneos como Benny Hill; y en la que se ven los inicios de la delirante genialidad de Woody Allen, semilla de las alocadas comedias que vendrían después.

Muy recomendable para comprender las primeras películas de Allen como director, y para reírse sin complejos durante un buen rato.