Bis | Escenario San Miguel (18:00)
No llegamos a tiempo, porque llegamos al recinto con todo el mogollón y la cola para ponerse la pulsera y que te dieran la tarjeta de acceso era tremenda. De todas formas, por lo poco que vi y lo opinado por otros, no cumplieron y fue un concierto bastante plano. Ni con Eurodisco, que escuché ya en la tremenda cola de los tickets, parece que levantaron al personal.
The Wave Pictures | Escenario Ray-ban (19:00)
No tuvieron su mejor día, para qué negarlo. Empezaron un tanto flojos y, aunque remontaron de cara al final con los temas más carismáticos de Instant coffee baby, el recuerdo del concierto del año pasado en el FIB y, sobre todo, del que dieron en el OCCC en Valencia, pesa demasiado. De todas formas, no fue un mal concierto para abrir el Primavera Sound 2010.
The XX | Escenario Ray-ban (21:15)
Después de dar una vuelta por el mercadillo, que es sin duda el mejor mercadillo que he visto jamás en un festival, por cantidad de oferta y presencia de sellos, y de comprar Subiza a un precio razonable, llegó la hora de descubrir qué hacían en directo el trío londinense.
El concierto me gustó, aunque quedó patente que The XX no son un grupo de grandes escenarios y que el mismo concierto en l'Auditori hubiera pasado de gustarme a ser inmenso, porque no se hubiera perdido el intimismo que destilan en su disco y que necesitan también en sus directos, y porque me habría ahorrado a muchos de los que se aburrieron y se pusieron a hablar en lugar de irse a otra parte, como inteligente y respetuosamente hicieron unos pocos (que no será porque no había conciertos en otros escenarios).
Tocaron el disco prácticamente en orden y aunque así tocaron Crystalised y Islands casi al inicio, también quedaron Shelter (con un genial medley final de 9PM [Till I come] de ATB) y Basic space para el final, cerrando con una inmensa Infinity alargada en su subidón final y con un medley inicial del Smalltown boy de Bronski Beat (sí, el grupo de Jimmy Somerville, que he tenido el nombre en la punta de la lengua desde el jueves y ya podía nombrar a Boy George, Culture Club o a Conchita Piquer, que no me salía el jodido nombre). Lo dicho, un buen concierto, pero si tengo la oportunidad de verlos en sala, no la desperdiciaré.
Wild Beasts | Escenario Pitchfork (23:00)
Cada vez que pienso que me despisté y me perdí a Broken Social Scene y cuando me quise dar cuenta ya no había remedio, me dan ganas de cortarme las venas. Aunque bueno, me consolaré pensando que Broken Social Scene son un grupo de los grandes que volverán a tocar por España algún día, ¿verdad, verdad, verdad?
A pesar de todo, mi despiste no desmereció en absoluto mi impresión sobre la actuación de Wild Beasts, que desgranaron casi al completo su último disco Two dancers en poco más de 45 minutos de concierto, y demostraron que se mueven con soltura encima del escenario y que lo de la voz operística de Hayden Thorpe no es cosa del estudio y suena igual de correcta y potente en vivo, voz que en combinación con la voz más grave del bajista, Tom Fleming, les da un punto diferenciador bastante interesante, que se añade a su ya de por si personal y etéreo estilo musical.
The Big Pink | Escenario Pitchfork (00:15)
Su debut, A brief history of love, no me ha convencido demasiado y claro, los temas que no me gustaban del disco tampoco me animaron en directo, pero no les puedo negar que dieron un concierto más que correcto y muy potente, por lo que supongo (y confirmo) que a los que su debut les ha encantado al completo disfrutaron de lo lindo en el concierto. Me sorprendió también, todo hay que decirlo, la calidad del sonido en el escenario Pitchfork, nada que ver con el pastiche ruidoso que fue en 2008 cuando era el escenario CD-Drome. Y por fin entendí el porqué de su nombre cuando vi la maravillosa vestimenta de Akiko Matsuura, la batería, luciendo un increible pero cierto corsé rosa. Se merece una estatua.
Sleigh Bells | Escenario Pitchfork (01:30)
No tenía el placer de haber escuchado a esta mujer, pero vaya tela. Su mezcla de voz metalera con bases de hip-hop es perfecta en un festival cuando las fuerzas empiezan a fallar y en otros escenarios tocan dinosaurios como Pavement o Mission of Burma que tampoco has tenido tiempo de descubrir, degustar y digerir. Dudo que el disco de este dúo de Brooklin (todos vienen de allí últimamente), termine en mi estantería, pero el concierto fue rotundo y tremendamente divertido, de los que si vas con un par de copas de más, acabas dándolo todo.
Delorean | Escenario Pitchfork (02:45)
Lo intenté con Fuck Buttons, pero cuando me di cuenta de que lo suyo era cuestión de alargar los loops indefinidamente, que soltaron Surf Solar la primera y que luego empezaron con los gritos exasperantes de su primer disco, decidí volver al escenario Pitchfork a ver si me quitaba la espinita del SOS 4.8 con Delorean. Pero no.
Alguien debería hablar seriamente con Ekhi y decirle que aprenda a cantar y a controlar su voz, que no puede hacer un disco con miles de capas de voces suaves y etéreas y en directo destrozarlo todo a base de subir y variar el tono de las notas, desafinándolas y alargándolas. Y es una lástima, porque el resto suena bastante bien, y bastó que al final tocasen uno de sus desconocidos remixes instrumentales para demostrarlo.
El reducido setlist dejó mucho que desear y se centró prácticamente en su totalidad en Subiza, a excepción de Seasun, que vale que internacionalmente sea su canción insignia y que estaban en el escenario Pitchfork, pero dejarse Deli y reducir el saco de temazos a Grow, creo que es dejarse mucha tinta en el tintero. Con estas premisas, se me han terminado de ir las ganas que pudieran quedarme de verles cuando pasasen con su gira por Valencia. Aunque igual termino pensándomelo, quién sabe.
Me quedé con las ganas de ver a Moderat a las 3:30, pero después de haber dormido sólo cuatro horas, más el viaje, más el tute de conciertos que lleva ya en mi cuerpo, más el bajón de Delorean... oía a la cama gritarme desde allí. El viernes se presentaba completito y lo cierto es que Moderat tampoco ofrecían nada radicalmente distinto a lo que ofreció hace tres años Apparat con su disco Walls, y con el recuerdo del desastroso concierto que dio en el Primavera Sound de 2008, no me apetecía nada pensar en llegar hasta el escenario Vice y encontrarme con la misma cantinela que hace dos años. ¿Alguien los vio? ¿Estuvieron bien? ¿Queréis darme envidia?
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