Por lo demás, sigue el argumento del libro de Mary Shelley sobre el mito de prometeo: el Dr. Frankenstein abandona sus estudios de medicina para dedicarse a sus propios proyectos junto a su ayudante, el jorobado Fritz: la elaboración de un cuerpo humano a partir de piezas de otros para posteriormente darle vida. Su prometida, un amigo, su profesor de la universidad y su padre harán lo posible para que abandone el proyecto y se centre en tareas más normales (como casarse de una vez).
Si cuando hablamos del Hombre Invisible comentamos ya el carácter cómico de algunas secuencias, con esta confirmamos que por lo visto es algo común en las películas del director James Whale. Si bien aquí hay menos momentos graciosos, sí que es cierto que el exagerado énfasis del padre por que su hijo se case y su gruñonería, así como las escenas en la casa pre-boda, levantan la sonrisa más de una vez.
Sinceramente la película me gustó bastante (incluso más que Drácula si me pongo a comparar). No solo por cómo está hecha (que también) si no además por todo lo que plantea con respecto al ser humano y la educación. Por mucho que el monstruo se presente como malo (con un cerebro anormal incluso) es difícil no sentirse identificado con él. Vemos como el aspecto físico puede más que la comprensión o el afecto y por ello a veces se discrimina sin necesidad. Especialmente interesante, tierna y llena de inocencia la escena con la niña (por mucho que luego…). Entretenida, interesante y todo un clásico. Me parece bastante recomendable.
Publicar un comentario:
Borraremos cualquier comentario que se pase de la raya, así que si has venido a tocarnos las narices o a llenar esto de spam, no te va a servir de mucho.