Pelicula de culto para unos, aberración para otros. Lo que tiene John Waters es que no deja indiferente a nadie. Es una película difícil de recomendar ya que es posible que no todos tengan el suficiente sentido del humor (incluso estómago en según qué escenas) para verla. Lo que hay que reconocer es que Pink Flamingos supone un punto de inflexión en el cine por su caracter trash, underground e irreverente. Predecesora sin lugar a dudas del cine de la movida de Almodovar (aunque con todas las distancias), desde mi punto de vista representa sobretodo la libertad llevada al extremo en el cine (aunque a veces esa libertad de un poco de asquito, las cosas como son).
El argumento, por disparatado que pueda parecer, sería más o menos el siguiente: Babs Johnson (Divine) vive en una caravana a las afueras de Phoenix con su madre, la amante de los huevos Edie (Edith Massey), su hijo delincuente Crackers y la compañera de éste, la voyeur Cotton. Pero pronto entrarán en escena los Marble, que tras enterarse de que Babs ha sido nombrada la persona más inmunda del mundo, harán lo posible para arrebatarle el título jugándosela a la propia Babs.
La consecución de escenas bastante fuertes y de mal gusto (incluyendo exhibicionismo, voyeurismo, zoofilia, incesto, violaciones, coprofagia...) son la diferencia básica de esta película con el resto. Tras el título de la persona más inmunda del mundo, Waters aprovecha para hacer gala de todo un arsenal de tabús en el cine hasta ese momento provocando en el público horror (imaginemos la cantidad de paises donde fue censurada) y veneración en diferentes proporciones.
Por supuesto, los medios para rodarla fueron extremadamente reducidos y el rodaje fue completamente ilegal (sin permisos ni nada de nada). Esto puede verse claramente en la escena en que Divine va caminando hecha una auténtica reinona por un barrio negro (yo cuando la ví temía más por si le daban una paliza que por la trama): la gente se la queda mirando absolutamente atónita. En la escena del supermercado ocurre prácticamente lo mismo. La escena final es de las más famosas de la película (la de la caca de perro). A mi, sinceramente, me sorprendieron más otras escenas. Supongo que cuando has oido hablar nisesabecuantasveces de una escena se reduce la sorpresa, no?
En otro terreno, que es el del estilo, yo creo que puede ya adivinarse en lo que se convertirá en cierto modo el cine de Waters. La escena de los muebles de los Marble, la insistencia con los huevos de Edie, incluso la forma de plantear o cambiar de una escena a otra resultan de lo más surrealista y creo que es una de las características principales de este autor. Lo que es cierto es que la irreverencia del resto de cosas hace que se quite peso a otras características.
Sobre lo que decimos de la relación con el primer cine de Almodovar, hay que saber ver que el manchego mantiene el caracter transgresor de Waters pero llevándolo por un camino más visible. No es lo mismo ver a Alaska de espaldas haciendo como una lluvia dorada que ver un primer plano de un tipo jugando con su esfinter anal. No deja de ser el mismo concepto pero en John Waters la cosa acaba siendo de verdad, en primer plano y sin cortes (no sea que alguien piense que va de coña).
Como decía, recomendar o no Pink Flamingos depende mucho de a quien se le recomiende. No es apta para cualquier público pero es una de película de culto.
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