Si hay que describir esta película en una palabra yo elegiría intensa. No solo por el tema emociones, que también, sino además por el guión y por como está hecha. Desde luego aburrirse viéndola es difícil pensando solo en la cantidad de cosas que pasan... Y es que a la pobre le pasa de todo.

La película narra la vida de un transexual en los años 70 en Irlanda. De recién nacido su madre le bandona y su familia adoptiva no le trata demasiado bien dada su condición. Harta de esa vida, viaja a Londres a buscar a su madre biológica. Hasta llegar y una vez allí le ocurren mil historias con multitud de personajes. Unas más alegres y otras más tristes. Sobrevolando la historia, el conflicto irlandés con el que más de una vez se cruzará...

Pero es eso, que más allá del tema de que ella naciera con pito, la película habla de amores más o menos correspondidos, de odio, envidia, mentiras, de búsquedas que parecen no acabar nunca... y una personalidad que acaba venciendo todas las crisis haciendo por ver el mundo de un color un poco más rosa. Otra historia de superación, sí, pero muy bien contada y con unos puntos que la hacen destacar del resto...

Yo la ví hace un par de años y la verdad que la recordaba bastante más triste. Bueno, la verdad es que la alegría de la huerta tampoco es, que si te paras a pensarlo... Pero no, ha acabado y estaba emocionado pero no triste, más bien supone sentirse con capacidad para frontar las cosas e intentar mirar el mundo de otra manera. La banda sonora, por cierto, muy acertada. La recomiendo muy mucho.