Si me pongo a decir que a mí lo social me la trufa, ya imagino que quedaría como un poco bestia, no? Bueno, pues matizaré diciendo que soy bastante más introspectivo que... bueno, lo opuesto, que imagino que extrospectivo no será. Pues bien, esta película (que, por asociación de títulos ví justo después de Adaptation, El ladrón de orquídeas), intenta una mezcla de ambas, pero para mi gusto se queda un poco sosa en general.
Trata de que la mujer de un diplomático británico en Nairobi es brutalmente asesinada y él, que la quiere mucho, pues se pone a investigar sobre el tema. Resulta que una malvada empresa farmacéutica se dedica a hacer burradas con los medicamentos que envía allí. Claro, él hace por acabar lo que su mujer empezó pero hay mucha gente importante y dinero de por medio, así que malament.
Pues eso, que tiene ahí una labor la peli de concienciación social y críticas varias bastante importantes, pero como película, chico, ni la historia de amor me acaba de llegar ni acabo de sentirme supersolidario ni nada de nada... No sé, igual le falta un poco de ritmo o le sobra un poco de imágenes bonitas o yo qué sé, pero la veo un poco que ni chicha ni llimoná, que dicen por aquí...
Pero bueno, que tampoco es para irse flagelando uno por haberla visto...
Comentarios (3)
Ernesto
dijo...
A mí también me pareció que le faltaba algo. Pero para ritmos shulos, el de su banda sonora, de Alberto Iglesias.
Eric
dijo...
Sí, la verdad que se me pasó comentar la banda sonora. Muy chula, la verdad, aunque ya te digo que a la peli para mí le faltaba... llámalo X como a un disco de la Minogue :P
Anónimo
dijo...
yo la recuerdo como que me había gustado mucho.
pero se me hizo larga
pero se me hizo larga
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