Intento encontrar en el tercer y continuista trabajo de Dorian una canción que me emocione o me guste tanto como cualquiera de las de su segundo trabajo, pero no la encuentro. Quizás sean las letras, esta vez más introspectivas; quizás sea la producción, un tanto excesiva a ratos, restándole frescura al disco, con la voz tratada en algunos temas, con un colchón de teclados demasiado presente en otros, las bases han perdido fuerza en general...
La crítica en general ha celebrado que se dejasen de politicadas y que se metieran de lleno en el submundo de la noche, las fiestas, las drogas, los afters... e, ironías de la vida, musicalmente el anterior disco estaba más cerca de las pistas de baile que éste.
Aun así consiguen buenos resultados en algunos temas como Paraísos artificiales, Estudios de mercado o La tormenta de arena, especialmente. Y también son destacables melodías como Simulacro de emergencia y Domingo perfecto, abriendo y cerrando el disco respectivamente, o la naíf Las malas semillas. Pero luego hay cosas que no me gustan nada, como que a estas alturas se pongan a revisitar Solar, de su primer disco; y por mucho que tema tras tema intenten buscar buenas melodías, terminan resultando un tanto lineales a lo largo del disco.
Agridulce regreso.
escúchalo en spotify
Comentarios (1)
Mocho
dijo...
Está bien, pero se hace muy monótono y le falta un "cualquier otra parte".
Publicar un comentario:
Borraremos cualquier comentario que se pase de la raya, así que si has venido a tocarnos las narices o a llenar esto de spam, no te va a servir de mucho.