Bueno, bueno, bueno, cuantos años sin ver esta película! Lo cierto es que cuando pensaba en volver a verla me entraba un poco de nosequé... y es que, por mucha comedia que sea, los bichos dan bastante mal rollete (y más cuando yo la veía que era un crío). Claro está, ahora me ha dado (menos) miedito y me he reido bastante más.
Trata, así brevemente, por si hay algún marciano que no la haya visto, de un chaval (bastante interesante, todo sea dicho) al que le regalan un... un mowgai (en cantonés, espíritu maligno, cágate), que viene a ser un ser entrañable en plan peluchito. Solo tiene tres reglas: no dejar que le dé la luz (la luz del sol podría matarle), no mojarle y no darle de comer después de media noche (y hasta qué hora por la mañana, me pregunto yo ahora). Pues, como aquel que dice, se acaban saltando las tres reglas una detrás de otra.
Pero es eso, que verla ahora, hace que te fijes en cosas en las que nunca habías caído. Por ejemplo, frikychorrada-1: cuando el padre sale hablando por teléfono desde la convención de inventores, detrás aparece la máquina del tiempo de El tiempo en sus manos (y en la siguiente secuencia ya no) y pasa por ahí el robot de Forbidden Planet (y Perdidos en el espacio). Y frikychorrada-2: que cuando están eclosionando los huevos de los gremlins se intercalan secuencias de La invasión de los ladrones de cuerpos (fíjate tú por dónde).
Que si no la he visto un poco lenta o el principio un poco aburrido o eso? Pues no demasiado, la verdad. De todas maneras, para mí esto es todo un clásico (que si cuando era un crio no la vi 100 veces no la vi ninguna) y por tanto poco objetivo puedo ser. Mancanta.
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