Primavera Sound 2008 · Crónica
Anónimo 2.6.08
Primavera Sound 2008

Ya estamos de vuelta el señor Sartre y yo (y toda la compañía restante) a nuestra querida y odiada Valencia. No recuerdo haber estado tan cansado en mi vida... o me he hecho mayor en cuestión de meses, o por una extraña razón el Summercase cansa menos que el Primavera Sound. Aún así, ha merecido la pena. Lástima que por cuestiones laborales este pueda ser mi primer y último Primavera Sound, porque si todos son como éste, repetiría sin dudarlo todos los años. Pero bueno, vamos a lo que vamos, que es comentar y criticar los casi 20 conciertos que vimos en tres días.

El Jueves abría a lo grande con MGMT en el escenario Rockdelux, uno de los grupos del momento, con su psicodelia, y su rock con toques electrónicos que ya comenté en su día. El concierto, correcto. Ser de los primeros no ayuda, porque la gente no está caliente, pero también es cierto que les faltó fuerza, sobre todo en sus dos canciones estrella Time to pretend, en la que se echó en falta más volumen, y Kids en la que no entiendo por qué se limitaron a poner la música pregrabada y cantar encima prescindiendo del resto de la banda... aún así, una buena forma de abrir el festival.

Tras la necesaria escapada para comprar tickets de bebida, una cerveza y de vuelta al Rockdelux con The Notwist, desconocidos para un servidor, y recomendados por Sarte y compañía, sin ser una gran sorpresa, dieron un concierto decente, donde descubrí su música entre la electrónica, el rock, y los finales ruidosos.

Un perrito caliente y una cerveza sirvió de escasa cena y en seguida hacia el escenario Vice Jägermeister, el escenario con más encanto del festival, por su localización bajando las escaleras de la Pérgola Fotovoltaica del Fòrum. Allí nos esperaban British Sea Power, con su sonido entre la épica y el pop, y alguna que otra ida de olla, para sorpresa de un servidor. Otro descubrimiento más que apuntar a la lista.

Tras ellos, de vuelta al Rockdelux para esperar a que acabaran Public Enemy, de los que han comentado que dieron un concierto buenísmo, pero que a mi, con mi pereza hacia el hip-hop, me daban un poco lo mismo. Y sentadito en esas maravillosas gradas, vi el concierto más esperado por todo el mundo, Portishead. Que sí, que dieron un concierto buenísimo, que metieron sus éxitos entre medias de las nuevas canciones, que Beth Gibbons canta y hasta Dios se calla para escucharla... pero a mi, me dan pereza (ahora es cuando bajo a la calle y dos millones de gafapastas están esperándome para quemarme en la hoguera). Total, que a falta de un par de canciones para el final, me fui un rato a descubrir a Caribou en el escenario CD Drome... y vaya, debería haberme quedado a ver finalizar Portishead, porque todo lo que prometía Caribou se desvaneció en medio de un concierto ruidoso y atronador donde me fue imposible descubrirles decentemente, así que habrá que redescubrirles en casa. Si lo llego a saber, hubiera visto a Explosions in the Sky, que con que hubieran dado un concierto la mitad de especial que el que dieron en el Wintercase, me hubiera bastado.

Bajamos de nuevo al Vice, donde esperamos ansiosos como groupies al grupo revelación del año, Vampire Weekend. De tan groupies que somos, la cagamos, porque el sonido en las primeras filas era atronador y nos comentaron que más atrás se oía mucho mejor... aún así, el concierto más divertido de todo el festival, y es que estos neoyorquinos saben montarla bien.

Y como cierre al Jueves, de nuevo en el CD Drome, con Midnight Juggernauts y su electrónica para modernas que a mi me dejó un poco igual, con un sonido un tanto atronador... lástima, porque tienen pinta de sonar bien en los discos.

El Viernes, directamente al Auditori a ver a The Swell Season. Aparte de descubrir el Auditori del Edificio Fòrum, el concierto, para mi que estoy enamorado del cantante, de la película (Once) y de todo,... pues fue ideal. Empezó con Say it to me now, sin micro y entre el público, repasaron los principales temas de la banda sonora y el disco, y tocaron unos cuantos nuevos. Como ya dije en su día, no han revolucionado nada con su música, pero tienen la capacidad de hacer canciones que emocionan, que ya es mucho.

Tres canciones de The Cribs que no me terminaron de convencer, y de inmediato al Vice a ver a The Mary Onettes, otro descubrimiento que me apunto a la lista, y de los que espero que con ese puntito Editors, me cansen mucho menos. Y sin terminar el concierto, de vuelta al Rockdelux a descubrir a Bishop Allen, que sonaron tan bien, que están apuntados en la lista sin reparo alguno.

El panorama del Viernes se planteaba un tanto extraño, sería porque era el día que menos artistas conocía, y funcionar a base de descubrimientos está bien, pero un concierto de alguien que conoces es necesario de vez en cuando. Así que tras un tiempo de vagar entre las barras, The Sonics y los puestos de comida, milagrosamente decidieron acompañarme a ver a Autolux, que entre tanto pop, folk y electrónica, ya hacía falta un poco de ruido y guitarreo oscuro. El concierto tuvo momentos gloriosos con "Blanket", "Angry Candy" o "Sugarless". A ver si vuelven pronto con un sucesor a su primer disco.

Tras ver el final de Why? y hacer la coña tonta de decir lo guay que sonaba Why?, me dejé engañar por el señor Sartre, para esperar sentados en las primeras filas a Cat Power, que no sé que tiene de Cat, pero de Power tiene poquísimo. Un absoluto coñazo de concierto, con huída al césped para descansar incluida. Su último disco de versiones me cansa y sigo sin entender que la emparenten con Feist, cuando ésta le da mil patadas en la boca.

A continuación empezaba The Go! Team, pero nosotros, que somos mas chulos que nadie, decidimos irnos a ver los puestos de merchandising, donde me había comprado el disco de The Gossip por 9€, y a cambiar los tickets del día anterior para beber más cerveza. Total, que acabamos viendo un rato de The Go! Team, cuyo concierto fue para la mayoría una tremenda fiesta, menos para mi, porque su propuesta musical no me apasiona.

Terminamos huyendo al CD Drome, para terminar de ver pinchar a Robert Hood y tragarnos la sesión entera de Ellen Allien, con dos remixes de Björk y el nuevo single de Portishead incluidos. Tras bailar, beber y que nos pidieran pastillas en varias ocasiones, mi cuerpo decidió que no podía más, y mientras unos se quedaban con Supermayer y otros con Holy Fuck, yo me fui a mi hostalito, a ver si conseguía acallar a mi riñones.

El Sábado sólo tenía claros dos conciertos, el de Rufus y el de Apparat. Pero el día empezó descubriendo a Port O'Brien, apuntadísimos en mi lista de futuras escuchas; y un trocito de Okkervil River, apuntados con menos intensidad. Trocito, porque a mitad empezaba el concierto del que es para mi el descubrimiento del festival... si, porque Fanfarlo, a medias entre la épica de Arcade Fire y el deje vocal de Clap your hands say yeah, tienen todos los puntos, con un solo concierto, de convertirse en otro de mis grupos fetiche.

Tras ellos y una tranquila cena, dándole un respiro a nuestros riñones, nos fuimos a ver a Rufus Wainwright. Qué decir de Rufus,... bueno, lo primero la próxima vez que le vea, quiero verle con toda la banda, y lo segundo,... un cero patatero para la organización del festival por no ponerle en el Auditori, porque el concierto hubiera pasado de ser genial a ser inmenso, y nos hubieramos ahorrado esos momentos en los que se oía la música de los otros escenarios. Empezó con Art teacher, y a mi se me cayeron las bragas al suelo (por no decir donde fueron a parar las bragas de Sartre), y entre comentarios más o menos ácidos, fue desgranando temas varios de su amplia discografía, él solito, con su piano o con sus guitarras... y es que ya lo han dicho antes que yo, pero es impresionante como el tío solo, con un piano y una guitarra, puede llenar de esa manera el escenario. Se hizo tremendamente corto, por desgracia.

Cualquier cosa que pudiéramos ver a partir de entonces, no podía compararse ya, pero aún nos dio tiempo a ver un trocito de la propuesta flamenco-rockera (más flamenca que rockera) de Enrique Morente y Lagartija Nick, volver a comer (otra vez) y decidirnos por ir a bailar un rato con la sesión de Alan Braxe, famoso DJ y productor, que se dedicó a montar una buena fiesta a la que se fue apuntando cada vez más gente, hasta llenar el Vice.

A continuación, y con todas las intenciones de ver a Les Savy Fav, nos entró el agobio cuando llegamos al escenario ATP y nos lo encontramos lleno hasta los topes, así que como los riñones nos gritaban pidiendo clemencia, decidimos volver al Rockdelux a sentarnos en las gradas un rato mientras escuchábamos a Tindersticks.

Y ya para finalizar, me quedé solito para ver a Apparat... que dieron un concierto lamentable, tardaron un montón en preparar los instrumentos, los técnicos daban pena, se les fue el sonido en dos canciones y como empezaron media hora tarde y por cuestiones de organización no pudieron terminar media hora después, tocaron 6 o 7 canciones, con una actitud por su parte muy mala, por los problemas con el equipo técnico.

Me hubiera gustado terminar la noche borracho perdido bailando en la actuación de Kavinsky, que según el libreto de artistas lo situaban en un punto intermedio entre Justice y Daft Punk (no sé muy bien dónde está ese punto intermedio, la verdad), pero la compañía falló, se puso a llover a cántaros, y bajo mi chubasquero puse rumbo al hostal,... que en 6 horas salía el tren de vuelta y había que descansar un poco.

En resumen, un gran festival, al que me hubiera gustado ir conociendo más grupos, pero que me ha servido para descubrir en directo a unos cuantos, que siempre mola más que descubrirlos en casa. Espero poder repetir algún año.

Comentarios (6)

Mocho dijo...
Aaaaah, erais vosotros los de la pulserita azul que pululaban por Barcelonaaaaa
Anónimo dijo...
Exactamente, toda esa horda de modernas de mierda con pulseras azules.
Tom dijo...
Ufff, y todo eso tan largo quieres q lo leamos???
Anónimo dijo...
Sí, y tú dos veces. Me haces un resumen a doble espacio y me lo entregas el Sábado, o el Karma caerá sobre ti...

En fin.
Unknown dijo...
nosotros también estuvimos por esas tierras de dios con ikea y h&m en el centro.
sí que cansa el primavera, sí. a mí me cansa más que el fib y eso que allí hay gradas y sillas para comer y tal.
te perdiste cosas muy chulas.
yo también.

en alalababarada hemos subido la crónica ya. y es más larga que la vuestra. ja.

un saludo
marta villota dijo...
Buscando algo sobre Caribou, di con tu blog. Muy chulo, felicidades.
A propósito del canadiense, te dejo mi enlace con el post que colgué sobre el increíble concierto que dieron en Madrid, “ruidoso y atronador” pero muy necesario!
Saludos.

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