Es curioso, hace tres meses hablaba sobre la dictadura de los 30 segundos en las preescuchas músicales en las tiendas, sobre lo frustrante que era no poder acceder a la música ante el proteccionismo de las discográficas, tener que contentarse con las canciones que quisieran radiar las emisoras, con unos pocos temas en MySpace, o tener la suerte de que las canciones que buscabas sonasen casualmente en Last.fm. Entonces no sabía que sólo tres meses después iba a descubrir Spotify, que lleva en marcha desde primeros de 2007, todo sea dicho, aunque no haya sido hasta octubre pasado cuando llegaron a un acuerdo con las 4 grandes: Universal, Warner, EMI y Sony.
En aquella reflexión no pedía mp3 gratis, sino simplemente un medio legal para poder acceder a la música, poder escucharla y decidir posteriormente si comprarla o no. Si Spotify no termina muriendo de éxito y se convierte en una herramienta rentable para las discográficas a través de la publicidad en las cuentas gratuitas o las cuotas en las cuentas de pago, es el invento perfecto, sin más. Porque en un mundo digital, no tiene sentido un sistema de radio tradicional con un locutor que te pone lo que él quiere, ni siquiera un sistema de radio por recomendaciones aleatorias como Last.fm, sino una radio en la que puedas poner lo que quieras cuando quieras.
Si ya con Last.fm, la radio musical tradicional perdió gran parte de su sentido, ahora con Spotify lo ha perdido del todo. ¿De qué sirve que en Los 40 programen música a diario, si en Spotify puedes ponerte la música que quieras? ¿De qué sirve que Tomás Fernando Flores me desvele el último disco de Antony and the Johnsons en Radio3, si en Spotify hacen el lanzamiento del disco y puedo escucharlo entero cuando quiera? Está claro que aún queda mucho para que llegue el día en el que las radios musicales desaparezcan como tal, pero desde octubre tienen dictada su sentencia de muerte. Vamos hacia un mundo cada vez más interconectado, en el que la radio musical tradicional va a ir perdiendo su gran baza: "el poder promocional"; y llegará un día en el que para una discográfica será más rentable promocionar a un artista en Spotify que en la lista de Los40.
Por otro lado, Spotify parece tener muy claro su objetivo por el momento: funcionar como radio. No es una red social, ni un sistema de estadísticas, ni una agenda de eventos... simple y llanamente ofrece música, bien organizada, de fácil acceso y con una interfaz mínima donde las opciones se reducen a:
- Buscar directamente el artista que quieras.
- Confeccionar listas de canciones y compartirlas.
- Escuchar la radio de recomendaciones relacionadas con un artista.
Por otro lado, puedes sincronizarlo con Last.fm, publicar un enlace en la web a cualquier lista que hayas confeccionado, y en el menú contextual de cada canción ya aparece la opción de "comprar en". Es decir, funcionará como perfecto complemento de tiendas digitales, y funciona ya como perfecto complemento de blogs personales y del sistema de estadísticas de Last.fm.
Hasta la publicidad está pensada para funcionar como en la radio, en forma de cuñas publicitarias. De momento sólo se emite un anuncio de las cuentas premium de Spotify, pero supongo que las propias discográficas no tardarán en anunciar lanzamientos de sus artistas, las promotoras anunciarán festivales y conciertos, o cualquier producto por parte de cualquier empresa. También salen banners gráficos de vez en cuando, pero está claro que la gran baza está en las cuñas publicitarias, porque cuanto más "molestos" lleguen a ser con ellas, más cuentas de pago se asegurarán. Un filón abierto no solo para usuarios que no deseen publicidad, sino para infinidad de establecimientos que podrían llegar a utilizar esta nueva radio como hilo musical.
Yo por mi parte ya os he dejado el link al recopilatorio Superdémodé 2008, y la frase "escúchalo en Spotify" pasará a formar parte de la mayoría de las críticas de discos que haga a partir de ahora.
La radio del futuro ya está aquí.
Publicar un comentario:
Borraremos cualquier comentario que se pase de la raya, así que si has venido a tocarnos las narices o a llenar esto de spam, no te va a servir de mucho.