Bueno, pues como el señor Vargtimen siente tanta adoración por este director y uno en el fondo tiende a la simetria (aunque sea platónica), he decidido comprobar en mis propias retinas qué pasa con este director y me he puesto a ver algunas de sus pelis. Persona es la primera que veo de él (a parte de El Séptimo Sello que la vi este verano, pero bueno) y es bastante curioso lo que me ha provocado... Había oído que no es un director que se caracterice demasiado por la acción trepidante o por el exceso de diálogos efervescentes. Es cierto, pero es más, en el momento de verla incluso me costó identificarme con la trama. Lo que me llama la atención es que, conforme ha pasado el tiempo desde que la ví, la voy recordando como todo un peliculón. Quizás sea eso precisamente lo que tiene este señor, que mejora con el tiempo como el vino? Bueno, lo analizaré conforme vaya conociéndolo...
En principio el argumento es bastante sencillo (que si te paras a pensar todo lo que implica pues quizá no tanto): Elisabeth (Liv Ullmann) una reconocida actriz de teatro, de pronto, en un ensayo, sufre un ataque de risa. Cuando acaba deja de hablar y la llevan a un hospital para comprobar si tiene algún tipo de enfermedad o trastorno pero parece estar perfectamente y ser algo meramente voluntario. Alma (Bibí Andersson, inspiradora de la actual Bibiana Fernandez, que no haya confusión) será la enfermera encargada de hacerle compañía y darle apoyo en la casa de la playa a donde le proponen ir para descansar y mejorar. Allí se producirá toda una relación simbiótica entre la mujer que habla y la mujer en silencio.
Si hay algo que es indiscutible es que visualmente la película es perfecta. Cada plano, cada secuencia, parece estar perfectamente calculada en composición y estética y podría extrapolarse como una obra fotográfica o pictórica. Incluso la secuencia inicial sin más, aunque acompaña los créditos, podría constituir una obra videoartística bastante interesante. Además, aun siendo en blanco y negro y del 66, llama la atención muchísimo la calidad de la imagen (al menos la que ví). Se nota que hay una elaboración y un conocimiento de la técnica fotográfica muy importante.
En cuanto al silencio, ya decía que es algo que esperaba de este director, pero en este caso, con un personaje mudo, la cosa se hace bastante extrema por momentos. Aun así, el trabajo de las actrices es tremendo y funciona perfectamente. Hay una escena en que especialmente se ve todo esto y que me llamó muchísimo la atención, que es cuando Alma habla claro por fin: la escena está rodada en dos planos fijos mientras ella expone su discurso. La primera parte se enfoca a una actriz y en la segunda se repite el texto íntegramente pero es la otra la que aparece en el plano. Por supuesto, verla doblada perdería gran parte de todo este trabajo dramático, así que, desde luego, aconsejo la VOS.
En definitiva, es evidente que es una película de autor, de Ingmar Bergman concretamente y no debemos esperar una fiesta o una peli para pasar el rato, ahora, en cuanto a imagen, trabajo artístico y todo lo que puede movernos dentro, la reconozco como una gran película y la aconsejo. Por otro lado, parece que a este director, o se le ama o resulta indiferente y hasta aburrido, por lo que advierto que quizás no sea plato para todos los paladares...
En principio el argumento es bastante sencillo (que si te paras a pensar todo lo que implica pues quizá no tanto): Elisabeth (Liv Ullmann) una reconocida actriz de teatro, de pronto, en un ensayo, sufre un ataque de risa. Cuando acaba deja de hablar y la llevan a un hospital para comprobar si tiene algún tipo de enfermedad o trastorno pero parece estar perfectamente y ser algo meramente voluntario. Alma (Bibí Andersson, inspiradora de la actual Bibiana Fernandez, que no haya confusión) será la enfermera encargada de hacerle compañía y darle apoyo en la casa de la playa a donde le proponen ir para descansar y mejorar. Allí se producirá toda una relación simbiótica entre la mujer que habla y la mujer en silencio.
Si hay algo que es indiscutible es que visualmente la película es perfecta. Cada plano, cada secuencia, parece estar perfectamente calculada en composición y estética y podría extrapolarse como una obra fotográfica o pictórica. Incluso la secuencia inicial sin más, aunque acompaña los créditos, podría constituir una obra videoartística bastante interesante. Además, aun siendo en blanco y negro y del 66, llama la atención muchísimo la calidad de la imagen (al menos la que ví). Se nota que hay una elaboración y un conocimiento de la técnica fotográfica muy importante.
En cuanto al silencio, ya decía que es algo que esperaba de este director, pero en este caso, con un personaje mudo, la cosa se hace bastante extrema por momentos. Aun así, el trabajo de las actrices es tremendo y funciona perfectamente. Hay una escena en que especialmente se ve todo esto y que me llamó muchísimo la atención, que es cuando Alma habla claro por fin: la escena está rodada en dos planos fijos mientras ella expone su discurso. La primera parte se enfoca a una actriz y en la segunda se repite el texto íntegramente pero es la otra la que aparece en el plano. Por supuesto, verla doblada perdería gran parte de todo este trabajo dramático, así que, desde luego, aconsejo la VOS.
En definitiva, es evidente que es una película de autor, de Ingmar Bergman concretamente y no debemos esperar una fiesta o una peli para pasar el rato, ahora, en cuanto a imagen, trabajo artístico y todo lo que puede movernos dentro, la reconozco como una gran película y la aconsejo. Por otro lado, parece que a este director, o se le ama o resulta indiferente y hasta aburrido, por lo que advierto que quizás no sea plato para todos los paladares...
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